--Menudo reconocimiento...

--Ha sido una sorpresa grandísima, porque es muy gratificante que te reconozcan tu labor, tu trabajo, aunque creo que no me lo merezco. Esta semana he estado muy sorprendida porque creía que iba a ser una cosa más pequeña, entre nosotras. Y también he estado agobiada, porque mis compañeras han tenido que estar muy ajetreadas preparando todo.

--Compañeras pero también amigas

--Cuando se muere tu marido, te quedas vacía y sientes una tristeza y una soledad aplastante. A mi me entiende una viuda, no una casada, por eso hay tan buena sintonía en la asociación.

--¿Qué le ofrece la asociación a una persona que acaba de perder a su pareja?

--Está abierta a todo el mundo y aquí, se ofrece amistad, conocer a personas que están en tu misma situación y realizar muchas actividades, así como clases de baile, curso de memoria, manualidades y bingo.

--Lleva más de 18 años como presidenta de las viudas de Plasencia y dos como presidenta de federación regional, ¿qué es lo más importante que ha conseguido?

--Dos cosas: una, conseguir el local que tenemos, fue un logro magnífico. La segunda, ver la unión que hay entre todas las asociadas. Ver la entrega y amistad que hay entre ellas es gratificante. El otro día se puso una de ellas mala y varias asociadas estuvieron con ella en el hospital y no la dejaron un momento. Eso es muy bonito.

--¿Y algo que quede aún por conseguir?

--Mejorar las condiciones económicas. La media de pensión está en 435 euros, pero hay quien cobra 300 euros ¿se puede vivir con eso? Así no se puede llegar a fin de mes. Además, a nosotras nos queda el 52% de la paga del marido y el hombre, si se queda viudo, la cobra entera. Estamos luchando para que esto cambie.