"Esta noche todos somos Guadalupe"

Lo hizo con admirable entereza y a más de uno se le formó un nudo en la garganta mientras recordaba cómo era y cómo luchó y defendió su madre a los enfermos de cáncer. "Le hubiera encantado recogerlo y estaría encantada de recibir tanto cariño y afecto, pero no hubiera desaprovechado el momento de pedir para su empresa, como ella la llamaba". Destacó su dedicación hacia las personas enfermas y su empeño en darles todo lo necesario para que sobrellevaran la enfermedad y "esas mismas personas la ayudaban a ella, la necesidad de ayudar era la gasolina para seguir luchando. Si queremos volver a verla solo tenemos que mirar al cielo".

El alcalde, Fernando Pizarro, recordó que fue en el rastrillo de la asociación del mes de diciembre cuando surgió la idea de entregarle el premio y "de verdad pensamos que lo recogería, que volvería a superar la enfermedad". Recordó no solo su faceta como delegada de la Aoex, sino sus "décadas como profesional de la sanidad que tanta felicidad regaló. Era una auriga, en muchas ocasiones difícil de seguir ysu objetivo era ayudar a los demás a estar mejor".

La recordó también como "motor y estímulo" de la marcha rosa, que el año pasado consiguió reunir a 6.000 personas y casi 24.000 euros de recaudación para la asociación. Por eso, pidió públicamente a la asociación denominar a la marcha rosa con su nombre, el de Guadalupe Sánchez Curiel, un "ángel de la providencia", como la definió.

Pizarro también pronunció un sentido discurso, elogiando uno a uno a los premios, pero lo inició con el recuerdo al que fuera alcalde de la ciudad durante seis años, Cándido Cabrera "que ahora mismo lucha para seguir viviendo".