Ayer, a las nueve de la noche, comenzó un encierro en la biblioteca del centro universitario. Tras la huelga general en el sector de la Educación del 22 de mayo, las concentraciones y protestas no han cesado en la ciudad. La Asamblea de Estudiantes de Plasencia, un movimiento formado por estudiantes, madres, padres, personal docente y ciudadanos, convocó esta nueva acción, a la que acudieron pocos alumnos y que la dirección del centro permitirá, pero solo a estudiantes de la universidad. "Si mantienen un comportamiento cívico y tienen el carnet del centro, no hay ningún problema en que se encierren", explicó el director del centro.

"Esta vez queremos dar un paso más allá en nuestras reivindicaciones y exigimos también mejoras laborales para el personal externo que trabaja en la universidad, en el servicio de limpieza o de seguridad", explica en un comunicado la Asamblea de Estudiantes de Plasencia.

Esta acción ha sido coordinada por todas las universidades de Extremadura, en contacto con la asamblea, que avisa: "Si no se respetan los derechos de las clases medias de este país y los gobiernos siguen en esta línea de recortes, que suponen una guerra abierta a la parte más débil de la sociedad, las movilizaciones serán continuas".