Un total de 200 estudiantes del IES Pérez Comendador tuvieron que ser desalojados ayer del pabellón del centro donde se encuentran sus aulas por una avería en una caldera. Como consecuencia, comenzó a salir mucho humo y la reacción del centro fue muy rápida, ya que inmediatamente inició el plan de evacuación y avisó a los bomberos, que apenas tuvieron que intervenir por las medidas que ya había tomado el instituto.

Según explicó ayer su director, Javier Escalante, fueron los propios alumnos del pabellón los que se percataron en un primero momento de que salía mucho humo del cuarto de la caldera. La estancia está situada en la planta baja del edificio, donde hay además otras dos aulas y cuenta con dos plantas superiores con más aulas, todas de alumnos de Formación Profesional y Bachillerato.

Desde el parque de bomberos de Cáceres indicaron ayer que el humo puede ser peligroso si se encuentra en un recinto pequeño y, a la vez, el jefe de guardia elogió el comportamiento del centro porque la conserje enseguida cortó la caldera, pero además, se abrieron las ventanas de la estancia para que fuera saliendo el humo, con lo que no fue necesario que los bomberos lo evacuaran. En tercer lugar, avisaron rápidamente a los bomberos y en cuarto, iniciaron el plan de evacuación que cada año practican con sus alumnos en forma de simulacro durante el primer trimestre.

Se da la circunstancia de que desde que ha comenzado el curso, no se ha podido hacer porque el profesor que es técnico en prevención de riesgos laborales está de baja, pero ayer, el director del instituto destacó que los alumnos tenían perfectamente interiorizado el protocolo de evacuación y todos se dirigieron "con tranquilidad" a las pistas deportivas y se colocaron en los espacios establecidos para este tipo de emergencias.

"Ha ido todo muy bien. Han desalojado el edificio y se han colocado con mucha tranquilidad. En principio pensábamos que había fuego, pero al final solo ha sido el humo", señalaba ayer Escalante. Todo ocurrió en torno a las diez de la mañana, apenas una hora y media después de iniciar las clases, y a las 10.30 horas, con un recreo de por medio, ya estaba el humo evacuado.

Así pues, una avería que podría haber desembocado en un suceso grave, ha quedado en un leve susto por la buena actuación del personal y el alumnado del centro.