El Nazareno procesionará con la Vera-Cruz y sólo entonces podrá contemplarse esta imagen de finales del XIX de la escuela valenciana porque el resto del tiempo permanece custodiada por las Capuchinas en su convento de clausura, donde lleva desde 1917. No salió durante al menos 30 años, pero desde finales de la década de los 80 hasta los últimos años lo hizo con el Descendimiento. Ahora sus herederos, la familia Lejárraga, han querido ceder el Nazareno a la Unión de Cofradías para que vuela a hacerlo con la Vera-Cruz.

Tal fue el deseo de su antepasado Doroteo Izquierdo y lo hará después de que la cofradía renueve en Santa Elena la túnica que le hicieron las monjas. Completan el paso una túnica bordada en oro, dos cíngulos, también de oro, y una corona de plata, según explicó Carlos Lejárraga en el acto de ayer.