Todavía no han terminado de instalarse en la plaza Mayor pero ya han surgido voces contra ellas. En la calle, hay muchos que no han visto con agrado las farolas anunciadas como isabelinas que rodean la bandeja central y los calificativos más comunes ayer eran los de "chocantes", al impactar con el entorno monumental, y "demasiado modernas", entre otros.

Los hosteleros del centro han sido los primeros en lanzar públicamente sus críticas, que basan en criterios historicistas y estéticos. En general, creen que "siguen una línea que no va en este entorno, la idea es que fueran más clásicas para una plaza en la que se pide que se respeten las fachadas y se quiten los anuncios", según El Globo . El Manjuli las compara incluso con "los altavoces de la época de los nazis" y La Pitarra del Gordo no duda en decir que "en cuanto al efecto ornamental, son una patada en la barriga".

Con todo, dicen esperar que el ayuntamiento cambie las farolas y las sustituya por otras más acordes con el entorno. La asociación vecinal en cambio prefiere esperar a que estén en funcionamiento para opinar, pero de momento, las considera "poco discretas" y cree que "quizás molesten a los vecinos porque va a ser una luz cegadora y contaminante".