Pasado el frenético día de elección de la presidencia local, Fernando Pizarro intentaba volver ayer a la normalidad, aunque no paró durante la mañana de contestar llamadas de teléfono desde la sede popular, el barco que ahora dirige tras superar a José Luis Díaz en una igualada votación.

--Sinceramente, ¿esperaba poder ganar a un peso pesado como José Luis Díaz?

--Era consciente de las dificultades, pero pese a eso, teníamos mucha confianza y fe en el proyecto que presentábamos, basado en la unidad. Desde el principio quise aunar las voluntades en una sola lista, pero la otra opción no quiso y optó por llegar hasta el final. Aún así, el canal ha estado permanentemente abierto y en todo momento ha sido un proceso cordial.

--Pero la incertidumbre se mantuvo hasta el final y el resultado ha sido muy ajustado. ¿A qué achaca su victoria? ¿Ha tenido que hacer muchas promesas?

--Es cierto que fue complicado hasta el final, aunque el número de avales que conseguimos fue una inyección de motivación. La victoria la achaco a que he tenido la posibilidad de hablar con todo el mundo, bien en reuniones o por teléfono, para que todos conocieran nuestro proyecto y no nos apoyaran presionados sino por algo que conocían y para que nadie se sintiera excluido. En ningún momento he hecho promesas, he utilizado las herramientas democráticas de diálogo permanente, sin coacción, ni promesas de que alguien será miembro de la junta local o concejal por votarme.

--¿No cree que un resultado tan equitativo puede separar más que unir? Porque deja claro que hay dos sectores con muchos apoyos...

--Lo que tengo claro es que el que ha salido fortalecido ha sido el partido. Tanto la otra candidatura como yo hemos lanzado mensajes de unidad, quizás con matices diferentes, pero yo he hablado de una unidad real, de representar todas las voluntades. Tenemos muchas cosas en común y la unidad es totalmente posible. Mi ánimo es generoso y de participación absoluta de todo el mundo.

--Laureano León dijo en clara alusión a Díaz que la militancia ha elegido, ¿confía en que el exalcalde se pliegue?

--Al final, las urnas han hablado y ahora toca hacer frente a la decisión que se ha tomado en las urnas.

--Ha querido huir del calificativo de oficialista, pero no puede negar que era el candidato que apoyaba la dirección provincial del partido...

--Ese calificativo no era real. A mí no me dicen que me presente, soy yo el que planteo la posibilidad de un proyecto de unidad para solucionar el problema de Plasencia, pero está claro que mi proyecto está unido al de José Antonio Monago y eso no lo puedo poner en duda.

--Algunos consideran que usted será un monigote de la dirección provincial y le ven como un señorito andaluz...

--No soy ningún señorito andaluz. No tengo una familia con un gran poder adquisitivo; de hecho, mi padre era soldador, con lo que no represento a la alta alcurnia. Respecto a que voy a estar dirigido, es el discurso que han utilizado otros para tirar por tierra este proyecto. Yo soy plenamente independiente, pero tengo claro que pertenezco a un partido. Quiero una junta local fuerte en Plasencia, que permita avanzar, pero dentro de un proyecto regional y eso no supone ninguna dependencia.

--¿De haber perdido habría sido su fin político?

--No. Habría demostrado lealtad al partido ofreciendo mi apoyo y mi experiencia.

--¿Y ahora qué, no ve difícil la unidad después de la experiencia de CCPL?

--En el ánimo de todos los afiliados estaba permanentemente la unidad y no repetir los errores del pasado. La idea de un CCPL no existe.

--¿Le gustaría ser el candidato a la alcaldía en las elecciones municipales del 2011?

--Estaré a disposición del partido. Sería un privilegio, pero no estamos aquí solo para ostentar cargos públicos, sino para trabajar.