Las mujeres toxicómanas tendrán a partir de noviembre una oportunidad más para rehabilitarse en la ciudad. Esto será posible gracias al nuevo edificio que va a construir el Servicio Extremeño de Salud en la Comunidad Terapéutica Finca Capote porque permitirá dotar al centro de una habitación por enfermo y sustituir así la única habitación compartida con 16 camas que impide ahora el ingreso de mujeres, que tienen que ser derivadas a otras comunidades que sí pueden acogerlas.

El nuevo edificio, que comenzará a construirse este mes y tiene un plazo de ejecución de seis meses y medio, supondrá también la ampliación del número de plazas, al pasar de 16 a 22, que serán las habitaciones individuales que se construirán y entre 2 y 3 se destinarán a mujeres, aunque también tendrán cabida los drogodependientes con discapacidad ya que se construirá un aseo especialmente para ellos.

POCAS MUJERES ENGANCHADAS

Según explicó ayer el secretario técnico de drogodependencias, Carlos Martín, la filosofía que guía el proyecto es la de que "nuestros pacientes son iguales que el resto y deben tener los mismos derechos y recibir la misma calidad que los enfermos de los hospitales y los centros de salud". Sobre el acceso de las mujeres, señaló que "aunque en ellas el consumo de sustancias es menor, en torno a un 5 o 6% en nuestra comunidad, había que darles esa opción".

Además de los dormitorios, uno destinado a ingresos de urgencia, el nuevo edificio contará con cuatro grupos de aseos y el actual se destinará a actividades de día, con la novedad de la creación de un taller de informática que enseñará el manejo de internet y la creación de páginas web, que se unirá al resto de talleres.

El presupuesto de la obra, adjudicada a la empresa Construcciones y Obras Moliher SL, es de 412.504,80 euros.