Lo que está cerrado «se deteriora. Lo que está cerrado no se conoce ni colabora al conocimiento de los edificios religiosos». Son palabras que pronunció ayer el deán de la catedral, Antonio Luis Galán, en la presentación oficial de la Galería del Obispo, un recorrido entre las catedrales y el palacio episcopal que se va a abrir a placentinos y visitantes.

Discurre sobre el paseo de ronda y permite una vista de las murallas y de la zona suroeste del casco histórico, el puente Trujillo, Santo Domingo... Incluso, es posible visitar un cubo de muralla, el denominado el espolón porque es «la mayor salida al exterior» de la muralla, según explicó ayer la delegada de Patrimonio de la diócesis de Plasencia, Mercedes Orantos.

«Todos debemos colaborar para ofrecer al visitante lo mejor que tiene la ciudad», insistió Galán, quien destacó que Plasencia es «cada vez más, un destino turístico profesional». Ofreció un dato, el de las 3.000 personas que han visitado las catedrales en el último puente de la Constitución y la Inmaculada.

Así, con el propósito de seguir aumentando la oferta turística, y de dar a conocer el patrimonio eclesiástico, ayer tuvo lugar una presentación del nuevo recorrido. Placentinos y visitantes podrán verlo por primera vez los días 23 y 24 de diciembre, coincidiendo con el maratón radiofónico a favor de Proyecto Hombre, dedicado a la rehabilitación de toxicómanos.

El día 23, estará abierto de once a dos y de cuatro a siete de la tarde y el 24, solo en horario de mañana. La visita tendrá un precio de 10 euros y toda la recaudación se destinará a Proyecto Hombre.

Ya de cara al próximo año, el Obispado concretará cuándo se abrirá a las visitas. La delegada de Patrimonio adelantó que posiblemente la apertura será de jueves a sábado y se planteará como un recorrido alternativo desde la catedral, con un precio de entrada independiente al de la visita a las catedrales.

cuadro de sorolla / ¿Qué se puede visitar en el nuevo recorrido? La visita comienza en la canónica, la antigua casa de los canónigos, que da acceso a la galería cerrada, una construcción de entre 1582 y 1586 que mandó levantar el obispo Andrés de Noroña y discurre sobre el paseo de ronda. Precisamente, el escudo de Noroña se encuentra sobre una de las puertas de la galería y se ha limpiado y acondicionado.

Antes de acceder a la galería, también se ha restaurado una vidriera que se encontraba en la capilla del Nazareno, de Jaime Jiménez y que data del año 1970.

Una vez pasada la parte techada de la galería, se llega a la parte descubierta, desde la que destacan las vistas de la catedral, del patio del enlosado, de la barbacana y de la zona sur. El cubo llamado el espolón fue el despacho del obispo Antonio Vilaplana, al que se recuerda con una placa y una imagen suya.

El recorrido permite ver también unos jardines renacentistas, un huerto y llega hasta una gran balconada desde la que se observa la puerta de Trujillo, La Salud y toda la parte suroeste. Es como «estar dentro del cuadro que Joaquín Sorolla pintó entre octubre y noviembre de 1917», destacó ayer el alcalde, quien agradeció sobre todo al deán de la catedral la oferta de este nuevo espacio que se abre «para que la gente nos visite y se quede». Precisamente, Fernando Pizarro aprovechó para anunciar que el deán recibirá uno de los premios San Fulgencio del próximo año.