Los retrasos en los pagos a proveedores no son algo nuevo, pero sí el amplio número de meses acumulados de demora, justificados por la falta de liquidez a consecuencia de la crisis. Un ejemplo de esta falta de capital es el hecho de que hace siete meses, en abril, el gobierno de Elia Blanco ya aprobó y por decreto de la alcaldesa una operación de tesorería valorada en 2,5 millones con el objetivo precisamente de saldar deudas con proveedores.

También el año pasado se recurrió a una operación similar que permitió reducir los retrasos a dos meses y por eso es previsible una próxima este mismo año.