Gobierno y oposición han aparcado sus diferencias para no dejar escapar la implantación de la fábrica de Printone en Gresiber dada su previsión de crear 120 empleos y están inmersos en reuniones con la intención de hallar la salida legal que lo facilite. Vista la imposibilidad legal de ceder gratuitamente el terreno o de sacarlo a subasta pública a un precio simbólico, la corporación municipal trabaja ahora en bloque y el alcalde anunció ayer su intención de llevarlo a pleno. "Será el momento de retratarse cada grupo y cada persona --dijo-- sobre lo que está dispuesta a arriesgar para traer inversiones de futuro siempre dentro de la legalidad".

Los técnicos municipales han advertido de la ilegalidad de una cesión o una venta a precio simbólico vistos dos precedentes. Por un lado que el ayuntamiento gastó hace cinco años 480.000 euros en la compra de Gresiber y que la primera empresa que allí se instaló --el grupo Alba Plata-- pagó 24 millones hace cuatro años en subasta. Por otro lado, el alcalde desveló el interés de una promotora ajena al ayuntamiento por comprar la Dehesa de los Caballos, lo que pondría suelo en el mercado.