Un total de 760.000 euros es lo que pagará el ayuntamiento a la congregación de las Hermanitas de los Pobres para adquirir la parte del asilo que necesita para terminar el bulevar de Cañada Real. Es el acuerdo al que han llegado ambas partes, por el que el asilo perderá 1.860 metros cuadrados, que permitirán que todo el bulevar tenga la misma anchura y evitará el cuello de botella actual.

Tanto la alcaldesa como la superiora del asilo han coincidido en que el acuerdo ha sido "satisfactorio" y Elia Blanco ha explicado que la cantidad la abonará el ayuntamiento en dos anualidades, una primera parte ya este año y el resto, en 2011.

Además, el gobierno se ha comprometido a que el ayuntamiento asumirá el coste de la ejecución de las obras que serán necesarias en el asilo, como un nuevo cerramiento y el traslado unos metros de la puerta principal, aparcamientos interiores y una rotonda, como ha explicado la superiora del asilo.

Una vez llegado al acuerdo y, según informa Efe, la alcaldesa ha adelantado ya que su intención es poner en marcha "enseguida" los trámites necesarios con el objetivo de iniciar cuanto antes la tercera y última fase del bulevar. No obstante, el propósito es que esté terminado antes de las próximas elecciones.

Por lo que respecta al dinero, la superiora del asilo, Sor Carmen, ha querido aclarar que se destinará a la reconstrucción de dos residencias o casas de la congregación que han quedado completamente destruidas tras el terremoto de Chile y que atendían a unos 150 ancianos.

Es una práctica de solidaridad habitual en la congregación, ya que, como explica Sor Carmen, "los donativos que recibimos y agradecemos de corazón no son suficientes para cubrir las necesidades de los 80 ancianos que tenemos acogidos, que cobran una media de 400 euros al mes, y muchas veces necesitamos ayuda de otras casas de la congregación. Por eso, ahora es muy justo que nosotras ayudemos a las casas que tienen necesidades".

Será la superiora general, afincada en Francia, la que canalizará la ayuda y decida el reparto del dinero y qué cantidad se envía a Chile, donde la congregación tenía casas en Concepción y en Santiago, con ancianos que "han tenido que dormir en el jardín en tiendas de campaña y con continuas réplicas".

Por eso, porque el dinero "no será para nosotras, que no nos vamos a hacer ricas", Sor Carmen insiste en agradecer "de corazón" los donativos que reciben y "seguimos confiando en que nos seguirán ayudando porque seguiremos necesitando de la ayuda de la gente".