La alcaldesa desveló ayer que el gobierno ha encargado la apertura de una investigación policial para aclarar por qué el piso que se destinó a la acogida de mujeres maltratadas y debía estar cerrado desde el verano del 2008, seguía abierto un año y medio después y con una mujer en su interior.

Lo anunció en el pleno, después de que el PP y UPEx hicieran una pregunta y un ruego sobre el piso. Por el PP, Miguel Cantero preguntó a Elia Blanco si tenía conocimiento de que "desde la concejalía de Raquel Puertas se estaban destinando efectos y recursos a usos ajenos a la función pública o solo lo tuvo al aparecer las facturas" (telefónicas, que desvelaron que el piso seguía funcionando). Hizo esta pregunta porque, para Cantero, "cabe la posibilidad de que nos encontremos ante un delito por malversación". También porque, si el piso se estaba utilizando, habría un consumo energético y "la alcaldesa es la que firma las órdenes de pago".

Por su parte, la presidenta de UPEx y socia de gobierno, Victoria Domínguez, rogó a Blanco "que ejercite las acciones civiles y penales que correspondan en defensa de los intereses del patrimonio municipal".

Blanco recogió el guante y propuso a ambos un acuerdo de la corporación para acudir al juzgado y "ver hasta dónde llegan las consecuencias civiles y/o penales", pero en ningún momento se refirió a la concejala Raquel Puertas como responsable, sino a la técnico que había estado prestando atención psicológica a maltratadas en el piso cuando debería estar cerrado. Es más, Blanco habló de una "usuaria indebida a quien ha amparado posiblemente una técnica", mientras de Puertas dijo: "Ella no vivía allí, ni siquiera sabía que estaba el piso abierto".

Insistió en hablar de "negligencia" de la técnico porque trabajaba en el piso "sin conocimiento ni autorización del ayuntamiento" y recordó que contra ella solo cabe la vía civil porque ya no es trabajadora municipal.

OCULTISMO Blanco aseguró además que el gobierno no ha querido ocultar la información de las facturas --de 600 y 1.400 euros, según el PP-- porque la propia concejala filtró a un medio de comunicación la noticia de la aparición de las facturas y del uso del piso. La edil no ha realizado sin embargo ninguna comparecencia pública abierta a todos los medios ni ha querido dar explicaciones públicas.

Mientras tanto, Cantero aseguró ayer que no hay uno sino dos pisos unidos, pero independientes, uno para cursos de formación de Igualdad y otro en el que vivía una mujer y fue desde el primero desde el que se realizaron las llamadas.