¿Cómo hacer 387 tapas en dos horas? o, lo que es lo mismo, ¿cómo dedicar tres minutos a la elaboración de cada aperitivo? Para lograrlo, los profesionales de los bares de los barrios inscritos en la cuarta edición de la feria de la tapa trabajan duro, desde el jueves y lo harán hasta hoy, durante las dos horas y media que dura la cata por la mañana y las dos de por la noche. Todo ello, para que su tapa sea la más sabrosa, la que mejor presencia tenga o, simplemente, para que sus clientes se vayan satisfechos.

José, del restaurante Los Monges, recordó ayer "la gran cantidad de gente que hubo el viernes por la noche y la prueba de ello se vio en la cocina, ya que se hicieron 387 tapas en las dos horas de cata".

Los paladares más sibaritas disfrutan de cada bocado mientras que los hosteleros no paran detrás de la barra ni de la cocina. "Es que la feria de la tapa es así y estos días tienes más clientela, te das más a conocer y es una forma de hacer publicidad", señala Jesús Dávila, del Bar Loren.

En la ciudad se nota que hay feria, no la de junio, si no la de la tapa y en los bares de extramuros hay más bullicio. Una de las frases que más se escucha estos días es que "he probado la tapa 1, ahora quiero probar la 2", ya que muchos intentan probar la mejor gastronomía placentina y extremeña cocinada en forma de pincho.

Por ello, son muchos los que han salido estos días en busca de una tapa de un establecimiento determinado, aunque algunos hosteleros señalaron ayer a Miralvalle como el barrio que ha contado con más afluencia. Un vecino del barrio lo achaca a que "en esta zona participan cinco bares, por lo que no tienes que moverte tanto, aunque yo, personalmente, me voy a desplazar a otras barriadas porque soy un enamorado de los pinchos y de las tapas", indicó.