Plasencia vive la fiebre de las zapatillas de esparto. Todo un clásico en alpargatas y han causado una guerra de mercado. Porque mientras los comercios tradicionales venden el par a una media de cuatro euros, las antiguas tiendas de todo a cien han tirado los precios. Primero fue el bazar más veterano de los que proliferan en la avenida de la Vera, que las puso a dos. Había que ver las colas de gente rebuscando en los cajones un par del mismo número y color.

Pero eso fue a principios de junio, cuando muchos se aprovisionaron para ferias, y su vecino de bazar, pared con pared, no tardó en sumarse a la guerra y las puso a 1,80. Mientras Carrefour acaba de rebajarlas de 4,95 a 1,99. "Por ofertas nacionales" advierte el vendedor.

Este es un ejemplo más del efecto que tienen las llamadas tiendas de conveniencia, auténticos bazares donde el consumidor puede encontrar todo tipo de artículos, sobre el comercio tradicional. Con la libertad de horario, juegan con la ventaja de cerrar más tarde que las tiendas clásicas.

Mientras éstas juegan la baza de la autenticidad. "El cliente que sabe lo que quiere compara y el suelo de las zapatillas de China son como de papel mientras que nosotros vendemos las que se hacen a mano y en España y la verdad es que no nos han dejado de comprar" dice Juan Antonio Alcón con un muestrario de zapatillas en la mano. Porque añade que esa es otra, en los negocios especializados encuentra uno toda la gama de colores y números mientras que en los bazares se conforma con el par que encuentre y, con la excusa de que es más barata, carga con lo que no necesita.