Totalmente irreconocible fue hallado ayer el cadáver de un hombre flotando en el río, a la altura del molino de la antigua fábrica de la luz, que la policía nacional calcula que debía llevar más de una semana en el agua. Era tal el estado de descomposición y no llevaba documentación alguna en los bolsillos que se desconoce su identidad, para lo que previsiblemente haya que practicar pruebas del ADN, según las mismas fuentes, así como la causa de la muerte que revelará la autopsia que aún no había finalizado ayer a última hora de la tarde.

Lo avistó un joven que paseaba con su perro hacia mediodía en el llamado Charco del Estudiante situado entre la depuradora y el puente de San Lázaro y enseguida acudieron los agentes de las policías científica y judicial y los bomberos, que rescataron el cuerpo atrapado entre piedras. Los bomberos del parque placentino lo sacaron sin dificultad porque es una zona del cauce con abundante corriente, pero donde cubre poco.

La policía nacional está cotejando las pocas denuncias de hombres en paradero desconocido por si se tratara de alguno de éstos, pero si algo desveló ya ayer la autopsia es que al hombre le faltaba la dentadura superior a excepción de los dos caninos y el premolar, según dio a conocer el jefe de la policía nacional, José Hernández, por si este singular dato pudiera hacer a alguien reclamar el cadáver, que permanece en los depósitos del cementerio municipal.

SIN SIGNOS DE VIOLENCIA Si la autopsia todavía no ha permitido concretar la causa del fallecimiento, sí confirma que el cuerpo no presentaba signos de violencia, lo que parece descartar la hipótesis del homicidio y la investigación se inclina más por suicidio, accidente o incluso muerte natural. El cadáver, además, ha aparecido vestido con camisa y pantalón.

El hallazgo del pulpejo de un dedo a última hora de ayer hace prever que su identificación pueda hacerse más rápidamente, pese a las dificultades de un cadáver en tal estado de descomposición. "Está totalmente irreconocible y eso nos hace calcular que podría llevar flotando más de una semana, pero también hay que tener en cuenta que con estos calores el proceso de descomposición se acelera aún más" explicaron expertos de la policía científica.

El azar hizo que lo hallara ayer un joven que suele recorrer estos parajes en compañía del perro y que avisó, con el susto todavía en el cuerpo, a la policía por teléfono. Rápidamente llegaron los agentes de la policía judicial y científica que investigan los hechos y acto seguido los bomberos que lo arrastraron hasta la orilla del río. El rescate fue tan rápido así como el levantamiento del cadáver que cuando llegaron protección civil y la policía local a prestar colaboración, el cuerpo ya había sido trasladado al depósito municipal en espera de la autopsia. El juzgado ha decretado el secreto de sumario.