--Un mensaje para los adictos al juego...

--Mi mensaje es que, aunque el ludópata no domina su vida, sino que claudica ante ella, es posible y viable afrontar la vida con los recursos que la rehabilitación proporciona y ser una persona nueva, con dignidad.

--¿Es culpable la empresa que fomenta el juego de azar?

--Son intereses creados, igual que el vino está ahí y se puede usar correcta o incorrectamente. Lo que provoca una patología es la desmesura, una relación enfermiza con el juego que hace que la persona pierda su libertad.

--¿Hay una fórmula mágica para evitar la ludopatía?

--Hay que establecer siempre un límite de tiempo y dinero y no sobrepasarlo jamás porque si no, la voluntad se debilita. Nunca se debe utilizar más del 10% de los ingresos en el juego ni recurrir al dinero ajeno.

--¿Qué papel juega la familia?

--Fundamental. Debe empujar, apoyar y comprender al ludópata, que es una persona adicta, con una enfermedad.

--¿Se puede detectar a tiempo?

--Sí, pero es importante que la familia esté atenta a la falta de dinero o los cambios de carácter porque el ludópata vive de espaldas a la realidad y nunca va a reconocer que ha perdido su libertad. Con la rehabilitación, descubrirá cosas sobre él mismo que ni sabía.