Los propietarios de la pista de verano Hook presentaron ayer en el ayuntamiento su reto a la concejala de Seguirdad Ciudadana, Josefa Pérez, asegurando que se están planteando cumplir la orden de cierre decretada por la comisión de gobierno por las numerosas quejas vecinales que, según la policía, se recibieron el pasado viernes por el ruido producido en este establecimiento.

Los dueños del Hook se quejan de que la sanción sea tan drástica y carezca de una llamada de atención previa. "Ni siquiera nos han puesto una multa, ni tampoco hay denuncias formales, y nos han aplicado una medida que debería ser extrema, la solución última", explican.

La sala de verano no puede abrir mañana al haber sido sancionada por la acumulación de quejas vecinales recibidas por el ruido de la pista. No obstante, los empresarios han expresado que pretenden incumplir una orden que consideran "injusta".

DEMASIADAS QUEJAS La edil socialista ha asegurado que el número de protestas vecinales durante el pasado viernes ha sido demasiado elevado como para no tomar medidas. "Hemos recibido incluso 33 quejas por escrito, una de ellas de una asociación de vecinos --Rosal de Ayala--", afirma Pérez, quien recibió protestas personalmente.

La concejala de seguridad ha admitido que su voluntad es permitir que los vecinos de Plasencia puedan descansar sin molestias. Ya ha advertido a los dueños del Hook de que "deberán atender a las consecuencias" si incumplen la sanción adoptada por la comisión de gobierno y avisa de que se trata de una medida ejemplar: "Es un precedente, los empresarios de este tipo de locales deberían tomar nota".