Para ser más atractivo al turismo, pero también más competitivo frente a la crisis dado que es un sector clave en la economía local, la hostelería afronta el reto de renovarse y ya han empezado a verse cambios. El más visible el de Las Claras, donde la iniciativa municipal de renovar el pavimento y peatonalizar el itinerario natural del turista que va de la Plaza a la catedral fue seguida por los hosteleros con la instalación de terrazas, muy bien acogidas por propios y extraños. "Han vuelto los niños a corretear por la calle y parece que estamos en una ciudad europea" comenta simbólicamente un vecino asiduo a esta céntrica zona recuperada para el uso.

El siguiente paso del ayuntamiento va a ser el de pintar las fachadas de los edificios singulares situados a lo largo de este y otros rincones del casco histórico mediante un taller de formación dirigido a desempleados. En el debe, el incivismo de quienes se empeñan en maltratar los maceteros ornamentales.

EL CASO DE ANSANO Sin embargo, también en pleno recorrido turístico, el esfuerzo municipal por restaurar la plaza de Ansano no ha supuesto darle vida. Miguel García es consciente de que tiene a la puerta de su casa, el Restaurante Chamizo, un espacio ideal para montar una terraza que podría tener un efecto llamada. "De hecho tengo un proyecto muy bonito, del tipo de las terrazas que he visto en Polonia, pero no me atrevo si no tengo del consistorio una garantía de que la inversión, que es muy importante, me va a ser rentable porque las licencias se renuevan cada año y no me fío de que cambie de criterio" explica.

También próximamente las plaza de San Martín se va a ver liberada de coches y está a un paso de la plaza Mayor, donde Raúl Paniagua, aboga porque el sector tome la iniciativa y pone por caso el suyo. "No todo es cosa del ayuntamiento, también de mentalidad, que nosotros, por ejemplo, nos adelantamos hace ya unos años y por iniciativa propia al adecentamiento de fachadas que está pidiendo ahora el ayuntamiento y optamos además por especializarnos". Otras plazas, como las de la Catedral, también están siendo recuperadas para el disfrute propio y del turismo.

Otros dos casos emblemáticos son los de las calles de los vinos y Vidrieras. Esta misma semana, la concejala de Turismo, Raquel Puertas, afirmaba que Plasencia se está abriendo un hueco importante en el turismo de interior y es sabido que éste busca lugares típicos allá donde va. Lo que han sido históricamente ambas calles mientras la primera exhibe tanta suciedad que hasta los propios dueños de los bares lo han denunciado públicamente y la única renovación ha venido de la mano de la movida nocturna. En Vidrieras las segundas generaciones de dos clásicos, el Real y el Florida, apuestan por la renovación. Los hermanos Jorge e Isaac Vega con un innovador local de tapas al instante y copas y David Llorente, con un restaurante que está a punto.