Los hosteleros de la plaza Mayor han decidido que no quieren más discotecas en el recinto durante la feria. La experiencia del año pasado, con un escenario y disc jockeys, no ha convencido ni al sector, ni al ayuntamiento, y todos han acordado que la música será la de los equipos sonoros de los establecimientos y la de las charangas.

El presidente de la asociación de la plaza Mayor, Carlos García, ha señalado que, el año pasado, muchos clientes se marchaban de la plaza ante el volumen de la música y subraya que "tenemos que cuidar al público que tenemos en la plaza Mayor, que es distinto al que puede haber en la calle de Los Vinos, por ejemplo. Aquí, a la gente también le gusta sentarse y comer y el año pasado era imposible".

El concejal de Festejos, Luis Díaz, coincide con esta decisión. Ya ha dicho públicamente que, en su opinión, lo que hubo en la plaza Mayor el año pasado fue "un caos". Por eso, ha explicado que, durante la próxima feria, solo se permitirá la música que salga al exterior desde los altavoces de los bares, con lo que los bafles deberán estar siempre en el interior. Advierte además de que "la policía hará cumplir la ley y levantará acta de quien no cumpla".

La decisión se tomó por unanimidad y el presidente del colectivo, así como el edil, espera que se respete. Pero además, a cambio de eliminar ese tipo de animación, la asociación de la plaza Mayor le ha pedido al concejal "que refuerce las charangas, que en vez de contratar a tres, contrate a cuatro. Es que el año pasado ni querían tocar en la plaza porque no se las oía".

Díaz está conforme y además considera que las charangas son algo intrínseco a la celebración de las cañas de feria.

COMPETENCIA Por otro lado, García subrayó que también le han mostrado al concejal su descontento con la concesión de licencias para la instalación de "bares portátiles" en la plaza Mayor porque "es competencia pura y dura. Este tipo de bares están para eventos deportivos, musicales u otros en espacios donde no hay otros bares, pero no en la plaza Mayor".

Señala que el ayuntamiento les ha contestado que están en su derecho de pedir la autorización, pero insiste en que "es como si en las fiestas de San Miguel voy yo y monto un bar portátil. Les fastidiaría".