Parece que los botelloneros no van a dar problemas al ayuntamiento porque el primer sábado desde la designación del ferial del Berrocal como destino del botellón en virtud de la ley de convivencia y ocio de la Junta de Extremadura, los jóvenes se olvidaron de la tradicional Torre Lucía y, pese al frío y la lluvia, se marcharon al Berrocal.

La mala climatología provocó que no fueran muchos los botelloneros que acudieron al ferial, la mayoría con coches, aunque algún grupo aislado prefirió buscarse un lugar alternativo como la plaza de San Pedro, junto a Telefónica, para beber.