Todos al Berrocal. Esa fue la consigna ayer de la Policía Local; y los botelloneros que celebraron el inicio de las vacaciones de Semana Santa la cumplieron al pie de la letra, pacíficamente y sin incidentes.

Los agentes se desplegaron desde primera hora de la mañana por las zonas habitualmente elegidas por los jóvenes para los botellones con el fin de informarles de que el nuevo destino será a partir de ahora el ferial y de las multas a que se exponen de consumir en la vía pública, según la ley de convivencia y ocio de la Junta. Los jóvenes se trasladaron sin oponer resistencia, pero no sin quejarse del Berrocal porque "está muy lejos de los bares y encima no van a poner autobuses".

Los vecinos de la plaza de los Pinos, zona tradicional de celebración de botellones cuando los estudiantes comienzan las fiestas, respiraron ayer tranquilos porque una pareja de agentes se apostó allí para enviar a los jóvenes al Berrocal. En torno a las 11.00 horas apenas había dos grupos de jóvenes y a la mayoría le cogió por sorpresa la presencia policial: "Nos tendremos que ir porque contra las autoridades no se puede hacer nada".

ESTA NOCHE, MAS

En el ferial, todos coincidieron en criticar la nueva ubicación porque "está lejos y la mayoría vamos andando para no coger las motos ni los coches". Por este motivo, se quejaron de que el ayuntamiento no tenga intención de poner en marcha un servicio de autobuses. Otros protestaron porque "aquí es peor, es muy grande y los grupos estamos muy dispersos".

El concejal de Interior, Franciso Corisco, destacó la ausencia de incidentes y explicó que esta noche, los agentes volverán al centro y a la zona de Torre Lucía para seguir informando. El dispositivo se montó el jueves y, según la policía, durante la madrugada de ayer sólo se detectaron tres grupos pequeños.