A pesar de que los datos macroeconómicos dejan entrever un tibio repunte de la situación económica, las estadísticas siguen mostrando la crudísima realidad del empleo juvenil en España. La población de jóvenes parados entre 16 y 25 años alcanza casi el 55%. Es la segunda tasa más elevada de Europa después de la griega. Los estudios también evidencian que más de la mitad de los jóvenes desempleados supera el año en esa situación.

La tasa de paro juvenil es un indicador clave, pero no incluye a los jóvenes que están inactivos fuera de la edad escolar. De ahí que, para tener una idea más exacta del problema, sea preciso referirnos también a la denominada tasa NEET (not in employment nor in education or training) (los conocidos ninis en español), que recoge el porcentaje de esa población que ni estudia ni busca trabajo. España es el tercer país de la UE con mayor tasa de NEET, solo superada por Bulgaria e Italia.

Si grave es el problema de los jóvenes que están desempleados, grave es también la situación de los que logran un empleo. Un gran número se ve forzado a emigrar a otros países, y entre la población juvenil que encuentra trabajo en España se constata un encadenamiento de contratos temporales, hasta el punto de que cerca del 42 % de esos jóvenes no tiene un contrato fijo tras dos años de incorporarse al mercado laboral. Esta temporalidad se convierte en un callejón sin salida que les impide alcanzar estabilidad e independencia, amén de que esa precariedad tiene efectos perversos sobre su promoción profesional. Si añadimos que los empleos están ligados principalmente al sector servicios, podemos deducir el gran dispendio que estamos haciendocon nuestra educación universitaria.

Una de las posibles vías para salir de este pernicioso bucle de desempleo y temporalidad que atrapa a los jóvenes está en el incremento de políticas activas específicas y en la formación continua a través de un sistema dual de aprendizaje. Si no se actúa pronto con decisión, estaremos abocados a perder, no una, sino dos generaciones de jóvenes.