Era tal la seguridad de los cristales y la puerta blindados de la joyería, que los bomberos tardaron más en acceder al local que en sofocar el fuego con la manguera que introdujeron desde el exterior a través del boquete que lograron hacer en uno de los escaparates a prueba de ladrones ayudados de maza, hacha y herramientas hidráulicas de rescate. Hasta algo más de una hora después no pudieron romper la luna entera y entrar.

A los siete meses de abrir en la céntrica calle Talavera, la fatalidad hizo que a las siete y media de la mañana saliera ardiendo la joyería Díaz por causas desconocidas aunque los propietarios sospechan que se ha debido a un cortocircuito. Por suerte no causó desgracias personales aunque los daños económicos a priori se valoran en varios miles de euros y en el intenso trabajo que se llevará ahora la limpieza de las joyas y la recuperación de la tienda, que ayer ofrecía una imagen desoladora con el mostrador y expositores calcinados y humo por todas partes aunque las piezas de más valor se hallaban en una caja fuerte.

Tras una larga experiencia en Madrid, esta familia de joyeros procedente de Oliva de Plasencia se instaló en octubre en la calle Talavera y pronto logró hacerse con el público porque Isidro Díaz es un experto creador de joyas cuya hermana Pilar se despertó ayer con la noticia de que se estaba quemando la tienda. "Con la ilusión que montas la joyería y en tan poco tiempo esto". El apoyo popular recibido fue la nota reconfortante del día.