La Junta va a potenciar la presencia del aprovechamiento ganadero en la dehesa con el objetivo de defender uno de los ecosistemas "más hermosos y sostenibles del planeta", según anunció ayer la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, que participó en la inauguración de una jornada técnica sobre la dehesa organizada por el centro universitario.

Según informa Efe, la consejera afirmó que, dentro del aprovechamiento ganadero, tiene gran importancia la presencia de razas autóctonas en Extremadura con sectores tan importantes como el bovino o el ovino "y por ello la Administración regional ha luchado" en dos objetivos desde que tomó cargo de posesión el pasado mes de julio.

El primero tiene que ver con la sanidad animal y en este sentido Begoña García subrayó que se han tomado "numerosas medidas consensuadas" para erradicar la tuberculosis bovina. El otro objetivo está centrado en la recuperación del estatus público de las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas protegidas, cuyos productos están muy ligados a la dehesa.

Por otro lado, la consejera anunció que, dentro del Plan de Desarrollo Rural 2014-2020, se adoptarán medidas para abordar los problemas de falta de regeneración del arbolado y el incremento de la fosilización de las dehesas para evitar la seca, y la modificación de malas prácticas de gestión o mal aprovechamiento, como el sobrepastoreo.

Precisamente, la dehesa extremeña tiene como principales males la falta de rentabilidad y el envejecimiento masivo de su arbolado, según el coordinador del Instituto Universitario de Investigación de la Dehesa de la Universidad de Extremadura (INDEHESA), Fernando Pulido, que participó ayer como ponente.

La dehesa ocupa en Extremadura alrededor de un millón de hectáreas, lo que supone más de la mitad (53%) de la superficie forestal arbolada de la región. Pulido señaló que uno de los principales retos de futuro de las 2.500 fincas de dehesa con las que cuenta Extremadura es ser rentable "porque de esta manera se conserva por sí misma".

También explicó que, además de superar las dificultades en materia de sanidad animal y vegetal, el problema de fondo más importante es el de la falta de rentabilidad de las explotaciones, principalmente derivada por un marco poco adecuado de ayudas europeas.

"Las ayudas de la Política Agraria Común no están pensadas para sistemas como la dehesa y hace falta que la dehesa pelee para que esos sistema de ayudas se adapten a ella", dijo.

Sobre la falta de regeneración, recordó que en los últimos veinte años se han reforestado unas 200.000 hectáreas, "pero no podemos reforestar toda la vida, es necesario que los gestores comprendan que hay que buscar una gestión compatible con la regeneración".