La rehabilitación del cementerio judío del Berrocal, el vestigio más importante de la historia judía de la ciudad, comenzará tras el verano. Es el plazo que maneja la Junta de Extremadura, que se hará cargo de la obra tras la cesión de los terrenos por parte del ayuntamiento.

La recuperación del cementerio judío ha dormido el sueño de los justos durante varias legislaturas. De hecho, la Junta mantuvo una partida presupuestaria durante ocho años para la obra, pero la retiró al no haber adquirido el anterior equipo de gobierno municipal los terrenos, de propiedad privada, lo que sí ha hecho el gobierno actual.

La Dirección General de Patrimonio cuenta ya con un anteproyecto de rehabilitación de la zona, que contempla su limpieza y la identificación de los enterramientos. Son dos aspectos básicos porque en ocasiones, el terreno se ha convertido en un vertedero y la maleza es tal que las tumbas --aproximadamente una veintena-- apenas son visibles, debido también a los robos.

Además, la obra incluirá un cerramiento del perímetro; la creación de un itinerario de visitas; la instalación de cartelería informativa y la dotación de infraestructuras básicas (luz, agua, electricidad). La Junta ha explicado que "una vez que el proyecto presentado cuente con todos los informes técnicos favorables, se procederá a la fase de contratación pública". Mientras, el ayuntamiento seguirá incluyendo el cementerio en la ruta por la judería de la ciudad.