El Ayuntamiento de Plasencia y la Junta de Extremadura acuerdan recurrir a la modificación urbanística para sacar adelante el proyecto de construcción del PIR Camino de las Huertas, anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.

Según informa la agencia Efe, el consejero de Fomento, José Luis Quintana, en el transcurso de una visita a Plasencia que ha incluido un encuentro de trabajo con la alcaldesa, Elia María Blanco, y la concejala de Urbanismo, María Victoria Domínguez, señala que la sentencia del TSJEX, que ha sido recurrida por parte de la Junta de Extremadura, no es definitiva "y por lo tanto se puede ejecutar el Proyecto de Interés Regional".

No obstante, el consejero hace hincapié en que el ayuntamiento y su departamento han acordado la realización de una modificación parcial en el mismo sentido en el que estaba planificado el PIR al objeto de que la construcción de las viviendas "vaya hacia adelante".

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura anuló el pasado mes de julio el PIR Camino de las Huertas, que consta de 578 viviendas protegidas en bloque, de las cuales 325 pertenecen al Programa Especial de 60.000 euros y el resto son viviendas medias, y de las que ya se han sorteado un total de 271.

Tras conocer esta noticia, la alcaldesa, en declaraciones a Efe, indicó que aunque la sentencia anula el PIR aludiendo a que la Junta asume competencias que son municipales para la alteración del planeamiento, lo cierto es que el ayuntamiento no se había opuesto al proyecto porque entendía "que existe una necesidad de viviendas a precios razonables para los placentinos y por tanto considerábamos que el planteamiento era bastante adecuado".

Blanco pidió tranquilidad a promotores y adjudicatarios porque, dijo, hay herramientas y elementos suficientes como para que todos podamos alcanzar la satisfacción de ese planeamiento.

De igual forma, puso de manifiesto que el objetivo del Gobierno municipal es que haya posibilidad de construir en la ciudad a un precio razonable, para que la gente pueda cómodamente acceder a una vivienda.