El piso de acogida a mujeres maltratadas está condenado a desaparecer. En su lugar, la Junta de Extremadura abrirá una oficina en un centro de salud por concretar donde las víctimas de violencia machista podrán recibir ayuda psicológica. Y en el caso de necesitar un techo en caso de emergencia, tendrán que ser desviadas a las casas de acogida de Cáceres y Badajoz.

Esta es la nueva política del Instituto de la Mujer de Extremadura, cuya directora, María José Pulido, ha advertido de que "no es caprichosa, sino la forma de optimizar recursos y dar también la mejor atención posible desde una perspectiva regional". Por su parte, el ayuntamiento ha pedido la mediación del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, para mantenerlo abierto, principalmente porque cuando el piso se ha visto desbordado, las mujeres han tenido que ingresar en el centro de transeúntes de Cáritas o incluso en casas de acogida de Castilla y León, según han confirmado fuentes municipales pese a que la directora del Instituto de la Mujer asegura que la de Cáceres nunca ha estado completa.

35.000 EUROS Esto es lo que más preocupa a la concejala de Igualdad, Raquel Puerta, quien ayer no quiso hacer valoraciones con la confianza de que Vara logre que Pulido reconsidere la medida. Además, fuentes cercanas a la concejala reconocieron que "está peleando porque este recurso, ya consolidado en el norte de la provincia, no se eche a perder". De hecho, el ayuntamiento asumió en solitario su mantenimiento el año pasado y el anterior, y la Junta lo subvencionó con 35.000 euros.

Un dinero que la consejería de Igualdad y Empleo, de la que dependen el instituto y el centro de emergencia y cuya titular es Pilar Lucio, prefiere dedicar ahora a unos puntos de atención psicológica. Con el argumento de que los casos de emergencia están cubiertos con las casas de Cáceres y Badajoz. "Además-- explicó Pulido-- cada vez son menos necesarias las plazas de acogida porque el entorno familiar es más favorable a ayudar a las mujeres y podemos tenerlas en casa al dictarse más pronto las órdenes de alejamiento". Apeló también a que en casos de emergencia existe el convenio con el colegio de psicólogos y que, con estos recursos, se hace más necesaria la ayuda psicológica.

También destacó que cuenta con el respaldo de la comisión para la erradicación de la violencia, que contrasta en Plasencia con la inquietud mostrada por los sectores involucrados, "porque cada vez que pedimos plaza en la casa de Cáceres, nos contestan que está llena" insisten.