Al tratarse de un club donde los socios utilizan diariamente unas instalaciones ilegales, la junta directiva encabezada por su presidente, Pedro Guillén, convocó anteayer una asamblea con los socios para "explicarles cúal es el punto donde estamos y hacer que los socios decidan si debemos cerrar el club o continuar como hasta ahora".

En la reunión se acordó democráticamente continuar con las instalaciones abiertas, pero también se les comunicó que "en caso de producirse un accidente, la responsabilidad no será de la directiva sino de los usuarios, aunque seguimos manteniendo las medidas de seguridad".

Asimismo, Guillén afirmó que la situación en la que se encuentra el club es "muy difícil" y que no sólo se perjudicará a los socios con el cierre, sino que "hay personas contratadas que desconocen si van a seguir".

Además, Guillén apeló a la comprensión de CHT "porque es imposible que el agua llegue a la cota 387" y afirmó que su intención es "legalizar el club de una vez por todas"