El anuncio del alcalde de que el expediente de solicitud de zonas saturadas de ruidos para cuatro calles del centro está paralizado porque vecinos de Intramuros impiden medir en el interior de sus casas ha generado nuevas protestas vecinales.

Porque el Reglamento de Ruidos y Vibraciones de la Junta establece únicamente como requisito para solicitar la declaración de zonas saturadas de ruidos las mediciones de ruidos "en la zona de intemperie", es decir, en la propia calle, no en el interior de los inmuebles. "Otra cosa es que un vecino particular denuncia a un inmueble y para comprobar las molestias que provoca se necesiten mediciones en su vivienda, pero este no es el caso", señalaron algunos vecinos.

El ayuntamiento es consciente de que la Junta no requiere ni es necesaria una medición en el interior de las viviendas, pero ha replicado que la intención municipal es que el expediente que se envíe a la Junta "esté lo más completo posible y con las suficientes pruebas para conseguir el sí a la declaración y, dado que los vecinos han apoyado la declaración con el argumento de que no pueden descansar, el ayuntamiento ha tomado la iniciativa de hacer mediciones en las viviendas", donde ha encontrado el escollo. En algunos casos y de vecinos de la asociación Intramuros, según señaló el alcalde, aunque otros a título particular se han mostrado "encantados y dispuestos a que se hagan mediciones en nuestras viviendas y comprueben lo que tenemos que soportar cada fin de semana".

El propio alcalde anunció su intención de solicitar la declaración de zona saturada de bares para las calles Patalón, Cartas, San Martín y Santa María, por los numerosos locales de copas que existen y porque, esto unido a la estrechez de las calles, multiplica los ruidos.

Para ello, el Reglamento de Ruidos y Vibraciones establece, en su artículo 35, que el ayuntamiento debe enviar a la Junta un informe técnico que delimite la zona afectada y la "relación y situación espacial de las actividades que influyan en la aglomeración de personas fuera de los locales". A esto debe sumar un estudio sonométrico que mida la presión acústica en días de poca y mucha afluencia "en la zona de intemperie central o en la más claramente afectada" y un informe final solicitando la declaración de zona saturada.