Muy buena vista no debía de tener el caco que se jugó el pellejo esta semana en el centro de la ciudad para cometer una fechoría que quizás había planeado con varios días de antelación. El caso es que el ladrón forzó la reja de una zapatería de la calle Talavera, lo que, según su propietario, debió provocar un gran escándalo a primera hora del día con el consiguiente peligro de ser descubierto, para conseguir apropiarse de un inservible botín de cien zapatos del mismo pie.

El dueño del comercio, que sigue sin salir de su asombro, no descarta que el hecho forme parte de una gamberrada organizada por jóvenes, "porque a nadie le sirve lo que robaron, sólo a mí, que tengo otros cien zapatos desparejados", asegura. Además, como comerciante no es la primera vez que le roban, ya que "en la otra tienda ya entraron hace cuatro o cinco años, pero ahí sí que robaron objetos útiles para ellos".

En cualquier caso, el robo o la gamberrada le ha salido cara al dueño, puesto que esos cien zapatos desparejados están valorados en 1.800 euros, aunque no descarta recuperar el botín: "No me extrañaría nada que estuviera por ahí tirado en algún descampado", concluyó.

Con todo, la fechoría no le salió del todo mal al maleante puesto que al menos consiguió escapar, con un botín inútil, pero al fin y al cabo, libre.