En breve, la ciudad estrenará una nueva escultura que, en palabras del concejal de Turismo, David Moreno, servirá para que "la ciudad sea representada por su nombre", además de para "dar imagen a la plaza de la Puerta del Sol", que es el lugar en el que se ha instalado.

La pieza está conformada por cuatro marcos huecos de forja verticales de distintas alturas, siempre superiores a los dos metros. Estos marcos están instalados en ángulos unos con otros, a modo de biombo, y se reparten las letras de la palabra Plasencia, soldadas sobre ellos y realizadas en el mismo material.

La idea se ha materializado en la ciudad a partir de una escultura similar "en Gijón, donde hay multitud de gente que se hace fotos delante de la escultura", explicó el concejal.

El proyecto, que ha contado con un presupuesto ligeramente inferior a los 6.000 euros, sigue la línea que Moreno dijo haber descubierto cuando se hizo cargo de la cartera de Turismo, ya que "lo más fotografiado es el Mayorga", un hecho que le produjo sorpresa dada la gran riqueza paisajística y arquitectónica de la ciudad, "con sus catedrales, su muralla, sus casas señoriales y sus conventos".

El concejal extrajo de dichos datos que "las mayores atracciones turísticas pueden ser cosas a las que no damos demasiada importancia, y de pronto resulta que es lo que más atrae".

El plan de instalación, que se ha extendido más de los siete días previstos debido a que había que "asegurar la cimentación", finalizará dotando a la escultura de "un color vivo que haga que destaque del entorno en el que está".

El lugar elegido para la obra, en la zona peatonal entre la fuente dedicada a Alfonso VIII y la Puerta del Sol, se sitúa en "la entrada natural a la ciudad histórica, más desde la existencia del aparcamiento junto al Parque de La Isla.

Queda, por tanto, "esperar a ver si gusta", y la escultura se convierte en una atracción turística por derecho propio.