Numerosas jeringuillas se está encontrando la brigada municipal de obras mientras siega la hierba bajo el puente de Gutiérrez Mellado, en cuyo cauce se acumula la basura, más visible desde que la falta de lluvia ha mermado el caudal del río. Desperdicios de todo tipo aparecen a la vista de cualquiera que recorra el paseo de la ribera, que es la puerta al barrio de San Miguel, pero la limpieza del río a su paso por la ciudad sigue siendo una asignatura pendiente.

No así la de la orilla porque al tiempo que siegan, los operarios municipales retiran las jeringuillas y barren todo lo que encuentran. Como es cruce de caminos con San Lázaro, saben por experiencia que abundan las jeringuillas y van provistos de protección especial hasta las rodillas y con guantes, explicaron ayer en plena faena. Bien lo saben también los vecinos de San Miguel, que ven continuamente el trasiego de toxicómanos en una zona tan próxima al colegio.

Pero estos trabajos los suele hacer la brigada municipal de obras dos veces al año. El resto del tiempo ni el ayuntamiento ni la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) se preocupan de mantener el cauce en las debidas condiciones, mientras ya han anunciado que hasta el 2006 no se acometerán los trabajos de adecuación del río Jerte prometidos desde hace años.