En el mes de abril, el ayuntamiento anunció que la polémica tala o apeo de árboles de las riberas del río finalizaba temporalmente para realizar una parada biológica y que se retomaría en septiembre. Así está previsto, con el objetivo de eliminar la masa forestal muerta o muy enferma y la actuación lleva aparejada una reforestación posterior.

La semana pasada, en una reunión con los vecinos del barrio de Río Jerte, el alcalde señaló que los vecinos le habían pedido que continuara la limpieza de la arboleda, desde el puente Nuevo hasta el de San Lázaro. "Así estaba establecido en los acuerdos a los que llegamos con la Confederación Hidrográfica del Tajo", recordó Fernando Pizarro.

MAS DE 300 Señaló además que están fijados los árboles sobre los que hay que actuar. Porque el proyecto de limpieza de las riberas, que se aprobó en el consejo municipal de medioambiente, tiene como base un estudio realizado por dos empresas que señalaba que "más de 300 árboles del entorno del río o están enfermos o viejos". En concreto, el estudio habla de "pies muertos o a punto de hacerlo, presentando un inminente peligro de desplome y caída de ramas".

Por eso se pidió a la Confederación del Tajo que actuara, después de la "inacción de muchos años", como señaló entonces el concejal de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla.

Pero además, los miembros de la brigada verde han estado señalando durante este tiempo los árboles que han ido observando que están muertos o muy enfermos para facilitar el trabajo a la empresa Tragsa, la que se ha encargado y se encargará de nuevo de la tala.

PESQUERAS LIMPIAS Según ha explicado el alcalde, se pidió la limpieza de la pesquera previa al puente Nuevo "por seguridad, porque el puente podía sufrir daños si había algún desbordamiento del río y se hizo" y el ayuntamiento también ha participado en los trabajos de limpieza y mejora de las riberas a través de la brigada verde y de los alumnos del taller de formación prendizext.

Ahora, la previsión es retomar los trabajos, eliminar todos los árboles que supongan un riesgo para la seguridad de los viandantes y finalizar el proyecto con una reforestación a base de árboles de ribera típicos del Valle del Jerte como los alisos.