Extremadura ha dado un salto de gigante en materia de agricultura ecológica. Lo ha hecho gracias a la puesta en marcha del Centro de Agricultura Ecológica y de Montaña que la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, inauguró en noviembre en la ciudad, el primero de España y que, por tanto, será un referente nacional en un sector que la ministra considera "estratégico" para el futuro.

Porque Garmendia advirtió de que el aumento de la población y la subida del precio de los alimentos ha provocado un aumento de la demanda de bienes agrícolas y dio otro dato: "España está a la cabeza de Europa en superficie dedicada a la agricultura ecológica". De ahí la importancia de este centro pionero en España, que se centrará en la promoción y la realización de proyectos de investigación orientados a la agricultura ecológica.

Una tarea que está desarrollando desde hace ya dos años un equipo de ingenieros agrónomos y agrícolas bajo la supervisión del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), que comparte la titularidad del centro con la Junta. El ministerio ha puesto la inversión: 2,5 millones de euros, que se aumentarán con otros 400.000 el próximo año. Porque la ministra subrayó que "en el siglo XXI es imprescindible promover la investigación en agricultura".

Los profesionales del centro placentino ya están contribuyendo a ello porque precisamente en torno a este centro se ha formado una red nacional de investigación en producción ecológica en la que participan cerca de 300 investigadores. Además, han puesto en marcha dos proyectos, uno dirigido a buscar alternativas de cultivo para la producción de materia destinada a la alimentación animal en ganadería ecológica y otro destinado al ensayo del comportamiento de las variedades hortícolas bajo manejo en agricultura ecológica.

Son las primeras acciones de este espacio que busca atender las demandas de investigación en agricultura ecológica y desarrollar sistemas de control de plagas y enfermedades, además de métodos de cultivo y manejo de plantas y animales en sistemas agrarios que sean compatibles con la producción ecológica.

ANTIGUA CETARSA

Para conseguirlo, se han habilitado dos laboratorios orientados a la protección de cultivos para desarrollar métodos biológicos de control de plagas y enfermedades y otros dos dirigidos a la agronomía. Todos ubicados en un espacio emblemático, el edificio de la antigua Cetarsa, dedicada al cultivo del tabaco.

Precisamente, el director general del INIA, Pedro Castañera, destacó en la inauguración que "estamos en un edificio simbólico y asistimos a un cambio de identidad al sustituir el cultivo del tabaco, perjudicial para la salud, por cultivos caracterizados por facilitar una alimentación sana". En su opinión, será un referente nacional e internacional puesto que "España es el octavo país del mundo en agricultura ecológica".