Llega hoy el día en que Plasencia sólo vive realmente para la feria. Será la primera jornada completa de fiesta a la espera de que el fin de semana y los toros atraigan a los vecinos de las comarcas y a cuantos visitantes enganchen los vitorinos del domingo. Hoy es la feria para los propios y mañana para los extraños, que acabarán siendo tan de casa como el popular Vicente Paniagua El Gordo en cuanto se dejen llevar por el cañeo matinal y la diversión nocturna.

Porque si algo distingue a la feria placentina es que basta con echarse a la calle para sentirse uno más entre cientos de cuerpos de toda edad y condición que lo mismo bailan al son de la charanga de calle en calle que al ritmo de las orquestas caseteras del ferial por la noche.

JORNADA DE TRASICION Aunque a los más jóvenes cuesta llevarles al Berrocal, pero no al cañeo callejero y a decir verdad ayer fueron los reyes de la feria que, si no, hubiera flojeado entre los que han optado por destinos playeros y entre los que todavía ayer trabajaban a media jornada. De ahí que fue más un día de transición y de confraternización a base de cañas con los compañeros mártires de trabajo.

Aún así los fuegos artificiales, que gustaron, congregaron la víspera a una multitud de parroquianos que luego probaron puntería y suerte en la tómbola o montaron a los niños en los cacharritos mientras los tradicionales puestos aguardan las riadas de compradores.

Anoche fue la noche de los muy caseteros, de cena, y hoy tocan rejones con toros de La Castilleja para Leonardo Hernández, Andy Cartagena, Sergio Galán Izquierdo y Joao Moura hijo. En Torre Lucía, la copla de Teresa Fuentes a las 22.40 horas.