A un vecino de Plasencia de cuarenta años las ferias le han costado caras. La madrugada del domingo llegó al hospital por su propio pie y con su oreja derecha arrancada de cuajo en la mano dentro de una bolsa con hielo. La pericia del servicio de Urgencias y del doctor Vega que le realizó la intervención logró reimplantarle la oreja, pero el paciente permanece hospitalizado en la planta de Otorrinos para ver si prende el injerto y aún no sabe cuántos días más tendrá que pasar en el hospital.

Aunque fuentes hospitalarias apuntan a una pelea como el propio afectado parece que reconoció en un primer momento, después dijo que le mordió un perro y ayer que fue producto de una caída. Este incidente y la agresión sexual en la avenida de la Hispanidad son las dos excepciones a una feria tranquila, según han indicado las policías Nacional y Local. El violador es el asunto prioritario para los servicios policiales en estos días.