La Telefónica tuvo la culpa de que María José González del Valle convocara un segundo comité electoral local para insistir en la propuesta de Díaz cuando el PP ya le había comunicado por fax el cambio de candidato. Eso es lo que se desprende de sus explicaciones ayer: "No lo recibí porque estaba estropeado y por tanto fuera de servicio como se puede comprobar en el recibo".

La mayor parte de las demás preguntas que los medios de comunicación aprovecharon a hacer a la presidenta local del PP en su primera comparecencia pública tras desatarse la crisis las zanjó con "soy mujer de partido".

Con la voz entrecortada, empezó por expresar su "profunda tristeza" por la situación. "Sé que ha causado extrañeza mi hermetismo --añadió-- pero yo me debo a mi partido y el interés de éste es que no me significara públicamente mientras luchaba por el consenso y sobre todo, como presidenta, porque me debo igual al alcalde y secretario local que a una decisión del comité electoral regional".

Después de agradecer uno por uno la "dedicación y esfuerzo" de los escindidos porque "son personas muy válidas que han trabajo por y para Plasencia y el bien del PP", añadió que "la postura fácil es y hubiera sido dimitir, pero elegí la más comprometida, que es quedarme al frente del partido porque imagínense cómo se lo hubieran tomado mis afiliados si al primer atisbo de discrepancia entre el regional y local, su presidenta se hubiera lavado las manos como Pilatos y hubiera dimitido cobardemente de antemano".