El tradicional encendido de las luces navideñas se ha retrasado en esta ocasión, a diferencia de otros años en los que las bombillas ya brillaban durante el puente de la Constitución. La petición de los comerciantes de la zona centro de proceder al encendido durante esas fechas, "para potenciar el consumo" no fue atendida por el ayuntamiento.

Finalmente, la alcaldesa, Elia Blanco, y el concejal de Obras y Festejos, Blas Raimundo, dieron ayer la entrada oficial a la Navidad, más de una semana después que el resto de ciudades grandes de la región, como Cáceres, Mérida y Badajoz. El consistorio decidió además poner límites a la iluminación festiva, dedicando un máximo de 33.671 euros a la contratación de la instalación, y la única novedad de este año es un abeto situado en el centro de la plaza Mayor.

Raimundo y Blanco también inauguraron ayer el belén que cada año se instala en el salón de plenos del ayuntamiento. Un nacimiento que compite en monumentalidad con el del obispado, que mide 60 metros cuadrados. El primero es obra de la Hermandad de la Pasión y el segundo de la Unión de Cofradías. La entrada a ambos es libre, su entrada es libre y se pueden visitar en horario de mañana y tarde.