Qué más quisiera yo que felicitar a Elia Blanco por traernos, qué sé yo, el Corte Inglés, pero mira que lo pone difícil la señora alcaldesa. Que Dios nos coja confesaos si llevar a su antecesor a la fiscalía porque fue su empresa familiar, y no el ayuntamiento, la que cotizó por José Luis Díaz es todo lo que tiene que hacer la junta local de gobierno.

Les parecerá cateto a los socialistas gestionar con Renfe que el tren que va a Cáceres vuelva a salir a las 07.30 de la mañana y no a las 05.20. Total sólo van curritos y estudiantes. Que sean socialistas y, por lo menos, que les saquen un bancotel o un abono de churros con derecho a siesta hasta que pongan las calles en Cáceres porque menudo madrugón para, total, ir a 80 y tantos kilómetros.

Quién tuviera el Audi oficial de la alcaldesa. Ese que compró Díaz cuando Hierros Díaz se enriqueció por pagarle la seguridad social como alcalde. Ya saben, esa empresina nueva. Pero qué monumental manera de hacer el ridículo que hasta Cándido Cabrera, como un señor, ha llamado al orden a su propio partido, que más valdría que se callara porque lo primero que hizo la alcaldesa fue subirse el sueldo cien mil pelas al mes, sin contar otras tantas de la seguridad social. Las mismas que ahorraron al ayuntamiento primero Cándido Cabrera y Díaz después que, por cierto, no se subió ni el IPC a las 330.000 pesetas que ya cobraba su antecesor.

Pero ya lo ha dicho el portavoz del gobierno, Pablo Sánchez del Mazo, "aquí no estamos para ahorrar". Si es que van a hacer bueno a Díaz, que generoso ya lo demostró. ¡Qué paga de alcalde no se ha perdido el jubilado Cabrera!