Ca da año, el gobierno local ha previsto inversiones con fondos propios para, en el caso de no conseguir fondos con venta de patrimonio o de otras administraciones, poder acometer obras nada más tener aprobados los presupuestos. Es lo que también sucede en esta ocasión. El concejal de Hacienda, José Antonio Hernández, ya anunció en la presentación de los presupuestos que habría dos millones de euros de fondos propios para obras este año y las que han comenzado a ejecutarse son las comprometidas con los vecinos en las visitas realizadas a los barrios el año pasado.

No han podido empezar antes porque no estaban presupuestadas y, dado que el ayuntamiento cuenta con el dinero, el gobierno tampoco ha querido esperar para acometerlas. Es el caso de la obra de las traseras del Alpemar, solicitada por los vecinos del Pilar; la calle Rodrigo Dosma, la más degradada de San Miguel y cuya adecuación ha pedido la asociación vecinal de San Miguel, al igual que la mejora de la accesibilidad al cementerio, con un camino peatonal ya listo.

Además, el concejal de Obras, José María Nisa, anunció a finales de año que en este ejercicio se acometería una reforma de la plaza de la Cruz Dorada, ya en marcha. Está previsto hacer un mirador y una zona infantil con un recinto propio y protegido y adaptar el pavimento.

También se está adecuando el camino de acceso a la zona Calzoncillo y continúan los trabajos en el Cachón, de instalación eléctrica para la apertura del bar del templete, y en el edificio de Servicios Sociales. Estas obras, entre las iniciadas el año pasado y las que han comenzado y está previsto iniciar, favorecen al sector de la construcción.