El año pasado, se preveían 700 personas en la Marcha Rosa contra el Cáncer de Mama y fueron 3.000. Este año, el ayuntamiento calculaba entre 4.000 y 5.000 y se ha vuelto a superar. El viernes, se vendía el dorsal número 5.000 y ayer, la plaza Mayor fue el más impresionante testigo de las más de 5.000 personas que acudieron a solidarizarse con todas las mujeres que han pasado, pasan o pasarán por un cáncer de mama.

Todo se vistió de rosa y todo fue emoción ayer tarde. Desde los participantes, con su camiseta rosa y dorsal, hasta los edificios, empezando por el ayuntamiento y siguiendo por los balcones de viviendas y algunos locales privados. Los camareros de los bares también se sumaron. Padres, hijos, nietos, abuelos... No había edades ayer en la marcha. Y emoción, mucha emoción. Empezando por la de Guadalupe Sánchez, delegada de la Asociación Oncológica Extremeña en la ciudad y pasando por la de todos sus voluntarios y pacientes de cualquier tipo de cáncer, que no dudaron en sumarse a la iniciativa.

También entre los políticos, con el alcalde y prácticamente todo el equipo de gobierno a la cabeza, que han colaborado desde el primer momento con la Aoex, no obstante, la marcha forma parte del calendario anual deportivo/solidario de la Concejalía de Deportes.

Lo de menos fue terminar todo el recorrido. Lo importante, el apoyo y la presencia. Como el apoyo que hoy le brindará la UPP, que destinará toda la entrada de su partido de hoy contra el Azuaga, a mediodía, a la asociación. La entrada para los no socios cuesta 5 euros (salvo mujeres con algo rosa) y habrá paella solidaria por un euro el plato.