La labor de la Policía Nacional debe ser primero preventiva». Por eso, los principales objetivos del nuevo inspector-jefe de la comisaría placentina, Lisardo José Gutiérrez García, serán «aumentar la presencia policial en la ciudad, pero no solo de patrulla», también a través de charlas en los centros de mayores para informar y evitar timos, y en los centros de enseñanza, «para prevenir el acoso escolar y el absentismo escolar».

Son algunos de los retos que se marcó ayer públicamente el nuevo jefe de la Policía Nacional en la ciudad en el discurso que pronunció tras su toma de posesión, en la que juró «cumplir las obligaciones del cargo». Fue una intervención en la que desgranó sus prioridades y entre estas están, además de las anteriores, mejorar la asistencia a mujeres víctimas de violencia de género y luchar contra las adicciones a los juegos de azar y el alcohol.

En cuanto al tráfico de drogas, recordó que está concentrado en puntos concretos de la ciudad y dijo que, para erradicarlo, será «imprescindible la colaboración ciudadana». A su vez, destacó la necesidad de la coordinación con la policía local y también con los jueces y fiscales.

Y para conseguir estos objetivos, apuntó la necesidad de «reorganizar los medios humanos y optimizar los recursos». El nuevo jefe no dudó en señalar que su trabajo al frente de la comisaría de Plasencia es «uno de los mayores retos de mi vida, el que más ilusión despierta» y afirmó: «trabajaré como uno más, sin afán de protagonismo». Igualmente, dijo que «los sacrificios que sean necesarios, los haremos» porque su fin es «prestar el mejor servicio posible a la ciudad».

En este sentido, subrayó el trabajo desarrollado por su antecesor, Pedro Barragán, y por todos los agentes de la comisaría, para conseguir un índice de infracciones de 24,44 por cada mil habitantes, «entre los más bajos de España». Su misión, dijo, será «seguir el camino marcado para mantener, y a ser posible aumentar, los niveles de seguridad».

de bilbao a ávila / Lisardo José Gutiérrez García llega a Plasencia después de ejercer la docencia en la Escuela Superior de la Policía Nacional de Ávila. Por eso, inició su discurso parafraseando a Lope de Vega con una frase, «de las murallas vengo y a las murallas voy». De 57 años, ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en la Jefatura Superior de Bilbao, en el año 1979. Casado y con un hijo y una hija, el director general de la Policía, Germán López Iglesias, destacó de él sus responsabilidades en la Policía Judicial y Seguridad Ciudadana y su tarea docente en Ávila en Prevención e Intervención. También, recordó sus dos cruces al mérito policial. Con 38 años de servicio, es «uno de los mejores relevos posibles».

López Iglesias también elogió a su antecesor, Pedro Barragán, por su trabajo durante casi 13 años al frente de la comisaría, y el saldo de reducción de las infracciones penales en el 2016 de casi un 10% con respecto al 2015, y la labor realizada por el jefe accidental, Jorge Matías.