Multitud de personas acudieron durante todo el día de ayer a dar la bienvenida a las reliquias de la santa Teresita del Niño Jesús, que una comitiva presidida por el obispo, Amadeo Rodríguez, salió a recibir a primera hora de la mañana a las puertas de la catedral. No faltó la alcaldesa de Plasencia, Elia Blanco, ni un nutrido grupo de niños para los que se había organizado un encuentro especial por la mañana y juvenil por la tarde así como de religiosos antes del rezo del rosario a primera hora de la tarde.

La catedral recibió un goteo incesante de visitantes que querían ver de cerca el sepulcro que contenía los huesos de la santa, que fue elevada a los altares en 1925 por el Papa Pío XI. A media tarde el obispo presidió una misa solemne y tras otro momento de veneración, las reliquias fueron trasladadas al convento de las Carmelitas para celebrar una vigilia de oración. A partir de las diez de la noche fue el turno de las monjas en privado.