Fue como casarse en Las Vegas. No a lo Elvis, pero sí en un bingo. La boda de Miguel Angel y Aurora ha sido pionera en tierras más acostumbradas a que la disponibilidad de la iglesia y el restaurante de turno ponga la fecha aunque lo suyo ha sido puro azar. "Iba a ser en La Despensa de Extremadura y queríamos que coincidiera con nuestro segundo aniversario, que es justamente hoy, y donde había sitio era en el bingo. ¿Y por qué no? Ahora que si me lo dicen antes me disfrazo de Elvis". Lo dice el novio, guitarra de los rockeros Jacobos, a punto de cantar bingo, línea y lo que se tercie.

De oficiante, el concejal de Juventud y Deportes, Enrique Tornero. Una boda entre amigos con megafonía del bingo para el sí quiero, poema de Benedetti y seguro que mucho rock a los postres aunque no faltó la tradicional marcha nupcial. No es habitual que los concejales celebren bodas civiles fuera del ayuntamiento, pero es que ello sólo se puede el primer sábado de cada mes y se trataba de conmemorar, de paso, el segundo aniversario de pareja tan precursora aunque Aurora no renunció al clásico vestido de novia y Miguel Angel cambió el disfraz del rey del rock por el traje y la corbata. ¿Crearán escuela?