Retirar los armarios, popularmente conocidos como neveras , que ocultan el cableado de los pivotes o sólo disimularlos, son las opciones entre las que debe elegir el ayuntamiento. El portavoz del equipo de gobierno, Pablo Sánchez del Mazo, dijo ayer, sin embargo, que basta con lo segundo para evitar su impacto visual desdiciendo así a la concejala de Turismo, Raquel Puertas, que insiste en retirar las neveras porque incumplen el pliego de condiciones al no estar integradas con el entorno monumental.
Aunque el portavoz reconoció que "no son los más adecuados", señaló que "la discusión no es tanto el modelo sino dónde los ponemos. Hay que ver dónde están y darles una mejor ubicación donde rompan menos la estética del entorno", dijo, aunque no habló de zonas alternativas, algo difícil por las dimensiones de las neveras y porque deben estar cerca de los pivotes.
Por contra, Puertas volvió a insistir en que "el pliego indica explícitamente que el mobiliario tiene que estar integrado con el entorno y las neveras no lo están, así que tienen que retirarse. Yo lo veo muy claro", subrayó.
Así, la edil tenía previsto pedir en la junta de gobierno que se requiriera a la empresa su retirada, aunque finalmente ha optado por pedir con urgencia un informe técnico que confirme que no cumplen el pliego. Los que sí cumplen --dijo-- son los postes también de acero que comenzaron a instalarse ayer.
HABRA RETRASO Pero mientras Puertas espera el informe, Del Mazo volvió a hablar de camuflar: "Lo que vamos a hacer es tratar de que la empresa ubique el mobiliario de manera que no tenga ese impacto visual".
En lo que también discrepan el portavoz y la edil de Turismo es en si esto retrasará la puesta en marcha de los pivotes. Del Mazo aseguró que "no tiene por qué retrasar el cierre del centro", mientras Puertas cree que el retraso es obvio: "Lógicamente si tienen que poner nuevos armarios se va a retrasar, si lo hubieran hecho bien, estarían funcionando para Semana Santa, pero aún así, tienen que cumplir el plazo que les hemos dado".
