La seguridad privada es según el alcalde en funciones, Pablo Sánchez del Mazo, la respuesta a la demanda de los empresarios del polígono de mayor vigilancia para erradicar los robos. Del Mazo lo argumentó en la escasez de plantilla porque "como no tenemos mil agentes de policía para que haya quince en cada barrio permanentemente, las empresas necesariamente tienen que recurrir a sistemas de seguridad privada, con independencia de que la policía tenga presencia".

COSTE EXTRA Además, dijo que es una medida tan habitual como que "casi todos los polígonos industriales de este país tienen seguridad privada", pese a reconocer que tienen el mismo derecho a la vigilancia que cualquier otro ciudadano y que supondría un coste extra importante.

De la preocupación del empresariado por el punto negro de tráfico de acceso al polígono, dijo compartirla. Sin embargo, preguntado por las medidas que tomará el ayuntamiento y si instará al Ministerio de Fomento a mejorar este acceso como ha exigido la patronal por su peligro visto que ha habido hasta una muerte sólo señaló: "Nos toca hacer las gestiones para que se vaya resolviendo, habría que darle una solución con el tiempo".

Tampoco fue más claro respecto a la segunda fase de la travesía que lleva pendiente desde 1994. Del Mazo afirmó que en lo que va de legislatura se han mantenido conversaciones sobre esta cuestión con Fomento y sobre las gestiones futuras dijo que "habrá que sentarse e insistir más en este asunto".

Sólo dio por seguras las obras que dependen directamente del ayuntamiento y no de Fomento como iluminación, asfaltado y desbroce, aunque pidió tiempo a los empresarios porque "intentaremos que en esta legislatura, más pronto que tarde, lo que nos compete esté solucionado". Del resto pasó la pelota al ministerio: "Como intervienen otras administraciones, se demorarán más en el tiempo".