En la actualidad, hay enfermedades que se pueden curar y otras que no. En el segundo caso está la parálisis cerebral, que no se puede curar pero sí se puede mejorar la calidad de vida de las personas que lo sufren, como hacen los profesionales de la Asociación Cacereña de Padres con Hijos con Parálisis Cerebral (Aspace).

En la ciudad, Aspace lleva trabajando con personas con sus capacidades disminuidas más de 20 años, desde 1991. En la actualidad, atienden a unas 100 personas de todas las edades y repartidas en los diferentes servicios que ofrecen, como la atención temprana, para niños de hasta 6 años; la habilitación funcional, de 6 años en adelante; y el centro de día, donde los usuarios están de nueve de la mañana a cinco de la tarde. Cuentan con 21 profesionales, como fisioterapeutas, logopedas o psicólogos "contratados de acuerdo a su titulación y siempre sujetos a lo que nos marca la administración regional", explica José Acevedo, gerente de Aspace.

Hasta el momento, las personas con parálisis cerebral "no se curan", pero gracias a un trabajo diario con ellas "se les nota mejoría". Gracias a Aspace, estas personas tienen "más autonomía, más capacidades personales, más capacidad de integración en su entorno. Más calidad de vida, en definitiva", señala el gerente de la asociación.

Además de atender a personas con parálisis cerebral, en los últimos tiempos también hacen lo mismo con personas con autismo "y estamos encantados de poder ayudar también a estas personas", subraya José. Por eso, la semana pasada, con motivo de la celebración del Día Mundial del Autismo, Aspace junto con otros colectivos conmemoraron este día con diferentes actividades como proyección de películas para niños y mayores y una mesa redonda donde diferentes profesionales en diversas materias explicaron su trabajo con personas con autismo.

Todos los usuarios de Aspace acuden a terapias de rehabilitación y también realizan todo tipo de actividades.