Ha escapado de cadenas antes de que una ballesta le disparara, también de una camisa de fuerza colgado a 25 metros de altura antes de que la cuerda que le sujetaba se quemara y el próximo jueves volverá a jugarse la vida con el número de la ruleta rusa ante los que quieran asistir a las 23.30 horas a su espectáculo en el pub Rico.

A sus 26 años, para el mentalista Víctor Cerro no hay fronteras a la hora de lograr su meta de "ser el mejor" y para ello lleva catorce años estudiando y entrenando de forma autodidacta magia y mentalismo, que combina con estudios de Biología. No le gusta repetir actuación en una ciudad cuando no tiene nada nuevo que ofrecer y por eso el espectáculo del jueves será innovador y, como explicó Cerro, "está basado en los límites del cuerpo humano, aguantar dolor, aguantar presión... el eslogan es ´Algo sorprendente no tiene por qué ser agradable".

Entre los números que realizará destacó uno en el que se comerá un cuerpo extraño. "Después repartiré guantes de látex entre el público para que me ayuden a sacarlo" . Pero sin duda el más sorprendente será el número final de la ruleta rusa. "Llevo dos años preparándolo y se trata de un experimento de precognición porque entre varias armas tendré que saber cuál está cargada para no dispararme con ella".

SU SUEÑO, LAS VEGAS

Asegura que no hay truco y que su objetivo es "ver hasta dónde puede llegar la gente mirando un espectáculo y hasta dónde llego yo. Del público espero que vean cosas que nunca hubieran podido imaginar. Voy a intentar sorprenderles".

Mientras llega el jueves dice que prefiere no pensar en el número de la ruleta rusa y que su familia le apoya en todo "excepto cuando hago cosas peligrosas porque ahora mi madre está muy mal".

Cuando termine las tres asignaturas que le quedan se centrará en conseguir más contratos para sus espectáculos. Su gran sueño es "irme a Las Vegas, que es donde están los mejores magos del mundo, y tener un espectáculo propio".