Tiene 79 años y lleva 54 ejerciendo la abogacía, que ha compartido siempre con su otra gran pasión: escribir. Ahora, tras muchos artículos de prensa, prosa y poesías escritos ha decidido editar una recopilación de estas últimas bajo el nombre de Olor a tierra .

Editado por la empresa LiberArte, Miguel Alvarez Encinas presentó el jueves en sociedad este poemario rodeado de amigos y, sobre todo, de su familia que, como él mismo confiesa, ha tenido mucho que ver en este libro. De hecho, está dedicado a su mujer, a la que llama familiarmente Mariú: "Cuando hago una poesía, siempre se la enseño a mi mujer y, si le gusta, entonces la termino". Pero además, su hijo Juancho se ha encargado de hacer la recopilación de poesías y otro hijo, Rafael, colabora con una pintura.

Así, en el acto de presentación del libro se emocionó porque "siempre emociona el que veas a tu familia a tu lado y a muchos amigos, que sabía que no me iban a fallar".

Ante ellos habló de Olor a tierra , un libro con el que ha querido plasmar "todo lo que huele a tierra, todos los sentimientos humanos". Lo ha hecho a través de cuatro epígrafes, en los que refleja "esos momentos en que la ilusión de ver algo o sentirlo se traduce en poesía,", junto con amores, desamores, alegrías y tristezas, sin olvidarse de la muerte porque "con tantos años es momento de pensar que todo se acaba" ni de Plasencia.

Pero sus poemas son, sobre todo, íntimos, de sentimientos, y con ellos busca "llegar a los demás, que los sientan con la misma intimidad con la que yo los escribo".

Miguel Alvarez no se considera poeta sino escritor de poesías, que escribe "cuando siento que el corazón me pide algo" y compagina los poemas y la prosa, de hecho ahora está escribiendo una novela sobre una joven veinteañera.

Porque este abogado-escritor tiene claro que no se va a jubilar de sus dos pasiones: "Seguiré en la abogacía y escribiendo hasta que me muerta, entonces me jubilo".